viernes, 10 de septiembre de 2010

Los suburbios a escala vehicular


Hace algunos años, una nota del arq. Alfonso Corona Martínez, en la revista Summa +, me hizo reflexionar acerca de la escala que adquiere el suburbio a partir de su expansión, que está más relacionada a la masa vehicular que poblacional. “las concesionarias de autos se ponen a la vista de los que pasan en auto” Y si prestamos atención nos vamos a dar cuenta que “todo” está a escala del auto. ¿Qué es todo? Bueno, los barrios, countries, etc.. (sus nombres,º sus garitas de ingreso, sus cercos), los cementerios, los supermercados y los centros comerciales (sumemos a sus carteles, sus estacionamientos), los parques industriales, los complejos de oficinas, es decir, todas las tipologías que surgen, crecen y se desarrollan a partir de la expansión del suburbio.Podemos decir entonces que estamos hablando de una nueva escala,”la escala vehicular”, una escala sobre la que ya Le Corbusier y los Team 10 teorizaron, pero una escala que no advertimos en nuestra ciudad hasta la exageración del boom “vivir en el suburbio” que comienza a principios de los 80 y que aún hoy no cesa. Una escala que no es tema solo de diseñadores gráficos, publicistas y asesores de imagen sino que sobre todo ocupa a urbanistas y arquitectos. Un tema que no termina con la construcción, expansión o ensanche de autopistas sino que también genera un crecimiento del parque automotor y una demanda aún mayor de superficie para estacionar esos vehículos cuando no abarrotan lasutopistas y los accesos. Pero es aquí en donde me pregunto: Está todo “a la medida del auto”? Hay un paralelismo entre el crecimiento del suburbio, y el parque automotor?

“todo destino está más allá de una distancia peatonal, de manera que el automóvil será el medio obligado de transporte”

Sin duda pienso que la relación entre el crecimiento suburbano y la escala del automovil es indiscutible e inseprable. El crecimiento de la plaza automotriz y el desarrollo de las vías de comunicación no hacen mas que agrandar un problema del que inconcientemente se cree escapar. Mejorar la calidad de vida, cuando en realidad la estamos empeorando. La cuestión del transporte y el transito están indisolublemente unida a la temática urbanística y ambiental y son origen de muchos de los problemas ambientales que se presentan: congestión, inseguridad, contaminación atmosférica y sonora, perdida del espacio rural, etc..

Los usuarios de autos son responsables del 12% de las emisiones de gases de invernadero -un porcentaje que, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, está en aumento-, cifra que alcanza el 50% en las zonas de mayor tránsito automotor en EE.UU.
El ejemplo claro es la ciudad de Los Ángeles, que aunque es la ciudad con mas espacios verdes de EEUU es la que tiene mayor contaminación. “De hecho el exceso de "espacios verdes" produce el efecto contrario cuando se suma a una densidad escasa (como en Los Ángeles), obligando a la masa de automóviles a circular por la ciudad más horas diariamente para cubrir distancias mayores.” En una mesa redonda sobre el plan urbano ambiental el arq. Jorge Iribarne contaba que uno de los problemas de Birmingham (cerca de Londres) era la brutal extensión de los suburbios de clase media alta que implicaba una gran ocupación del territorio de bosques y agricultura que hacían al paisaje ingles y al carácter de los alrededores de la ciudad. Algo que también sucede por aquí cuando notamos con tristeza el deterioro irrecuperable de la reserva Otamendi.
El efecto y la relación entre automóvil y suburbio parece un círculo que se retroalimenta, sin fin difícil de resolver.La única solución hasta ahora viable la encontramos en un suburbio alemán donde desalientan el uso del automóvil, aunque no lo prohíben. Como regla general están prohibidos los garajes domésticos, las entradas de auto y estacionar en la calle, por lo tanto las calles están completamente "libres de autos", con excepción de la calle principal, por donde corre el tranvía que lleva al centro.. Tener auto está permitido, pero sólo hay dos lugares para estacionar: enormes garajes construidos en los límites de este emprendimiento, donde los propietarios de autos pueden comprar, junto con su casa, un estacionamiento. En consecuencia, el 70 por ciento de los 5500 residentes no tiene auto, y el 57% vendió el suyo. En este nuevo enfoque, los comercios están situados a distancia de a pie de los hogares o sobre la calle principal, y no en grandes almacenes de una remota autopista.

¿Será esta una nueva manera de mejorar el espacio público? Creemos que aún así, difícilmente modifique el paisaje plano de las autopistas, o desaliente el exilio al suburbio y el consecuente abandono de la ciudad.

Fuente:
- Fernando Díez. Huyendo hacia el suburbio. Revista Summa + nº 10
- Alfonso Corona Martínez. Dignificando el usado. Revista Summa + nº 3
- Elena Chiozza. "La integración del Gran Buenos Aires"Ed. Abril. Buenos Aires, 1983


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