
Ahora bien, todo grupo tiene un líder, y el nuestro era Mike Portnoy. Su proyecto duró, por lo menos para él, nada más y nada menos que 25 años. Fiel a su condición, en ese cuarto de siglo, el capitán se encargó de prácticamente todo lo que excedía el solo hecho de tocar en una banda. Fue uno de los miembros fundadores, y desde el momento de la concepción se colocó al frente del grupo. En pos de materializar su sueño, mientras se empleaba como repartidor de comida china, promocionaba demos de la banda, y conseguía inusuales lugares de ensayo para seguir avivando el fuego. Desde la influencia y la tendencia musical del rumbo a seguir, hasta la elaboración de los setlist y los video wall para sus compromisos arriba del escenario, todo pasaba por la supervisión y el ingenio del baterista. En adición, todo este esfuerzo, entrega y sacrificio quedaba justificado por su mounstrosa destreza a la hora de interpretar la percusión. Como si esto fuera poco, su propio padre fue quien nombró al grupo como Dream Theater.
No sería la primera vez que esta banda pierde a uno de sus miembros. No nos costaría nada recordar a Chris Collins, Charlie Dominici, Kevin Moore y Derek Sherinian, cada uno igual de importantes, ya que los dos primeros transitaron la banda en sus primeros años, y los dos segundos a mi gusto han hecho aportes musicales más que trascendentes. No obstante, si sería la primera vez que el personaje central de la obra decide dejar la escena. Por las razones anteriormente expuestas y por el carácter y la calidad de esta figura, advierto en que el precusionista no era sólo un miembro más, sino que también era la columna vertebral, el poder detrás del trono, el motor que impulsaba el sueño. A mi entender, Mike Portnoy era el mayor aporte individual a la identidad de Dream Theater. La palabra irremplazable adquiere aquí un alto grado de relevancia. Honestamente, no me imagino, y lo que es aún peor, no quiero un Dream Theater sin Mike Portnoy. Ojala me equivoque, ojala los cuatro miembros restantes, más el hipotético “reemplazo”, logren mantener el fuego vivo y lleven al conjunto a una nueva etapa donde puedan seguir explotando al Heavy Metal progresivo más allá de los límites. Ojala este sea un capitulo más y no el epilogo de esta obra. Sinceramente desde aquí, todavía no lo considero como algo posible.
Tal vez para muchos esta fecha nunca dirá nada. Para varios pudo haber sido un día bueno o un día malo. Para otros incluso ni siquiera eso, ya que probablemente la instancia en cuestión haya sido un día regular, un día más, lo suficientemente intrascendente como para intentar calificarlo de bueno o de malo. Sin embargo, para una legión seres humanos diseminada por todo el planeta fue un día que vino cargado de angustia, desilusión y amarga sorpresa. Para algunos pocos, el 9 de septiembre del 2010 será recordado como el día que Mike Portnoy dejó a Dream Theater.
“All you've forsaken and all that you've done so that I could live out this undying dream, won't be forgotten or taken for granted, I'll always remember your endless sacrifice…” – Endless sacrifice, Train of thought, Dream Theater.
No hay comentarios:
Publicar un comentario